Roberto D. Yoro

BESAR SE PUEDE

BESAR SE PUEDE

Besar se puede, y vaya que se intenta,

desde el rubor que calla la mirada,

hasta el adiós que, lento, se lamenta

por no ser beso y sí palabra helada.

 

Se puede con un guiño en la distancia,

con un suspiro al borde de la piel,

con labios que se rozan por fragancia,

o un roce que no quiere ser infiel.

 

Besar se puede con temor o prisa,

con sed de ayer o con sabor a nunca,

con alma rota que aún busca una brisa

o con la fe que el corazón pronuncia.

 

Hay besos que son trampa disfrazada,

hay otros que son pacto y son canción,

hay quienes besan sin decir más nada

y quienes besan dando el corazón.

 

Se besa por costumbre, por instante,

por desafío, impulso o por dolor,

pero el que besa y queda en tu semblante

es quien lo hizo sembrando puro amor.

 

Porque besar se puede en mil maneras,

pero el más noble, el más real y eterno,

es el que nace de almas verdaderas…

y no se olvida porque besa el alma, Ser interno.

Roberto D. Yoro