Nalia

Ojos de Cristal

Tenías ojos de cristal,

no por frágiles,

sino por transparentes:

dejaban ver lo que no decías.

 

Brillaban como promesas rotas,

como el filo de un adiós

escondido en una caricia.

 

Te amé sabiendo el riesgo,

como quien abraza un puñal

porque sueña con calor.

 

Pero el vidrio no abriga,

sólo corta.

 

Y aún sangro,

no por lo que hiciste,

sino por no haber huido

cuando aún podía ver

mi reflejo

entero en tus ojos de cristal.