Juanmi

MURCIÉLAGO.

MURCIÉLAGOS. 

 

Me inquieta el movimiento no descubro la razón de porqué nunca paran de frenética reación. 

Aletean a mil por hora con quiebros de rigor, giran y voltean mareando al espectador. 

No brillan ni tienen canto ni majestuosos son.

Pero encandila mirarlos con meditación.

Al crepúsculo diario justo en la raya de la tierra y el sol ,los espero con impaciencia con profunda ilusión.

Que forma tan peculiar, mitad pájaro mitad ratón , cabeza de zorro y dientes de león.

Aleteo insaciable, enemigo de polillas y mosquitos , compañeros del atardecer.