Las sogas de mis martirios deberían naufragar,
Perderse en las marianas dentro de burbujas de cristal,
Arrastrado estoy ya, soy carnada de la angustia,
Carne fría de la noche.
Veinte cuatro años en el horizonte, sin norte, sin sol,
Sin compañía.
Dudando, expectante, eso soy, mirando al espejo;
un voyerista de mi tormento.