Dicen que no te conozco,
que tal vez perdí la cordura…
y que tu fantasma me va arrastrando a la locura,
que eres el impulsivo efecto de mi excesiva imaginación,
mi ineludible delirio,
la respuesta a mis largas noches de extravío,
el resultado de un insomnio permanente…
al que he sido esclavizado…injustamente,
el que aún me tiene sometido.
Dicen que he llegado al extremo de suponer que has sido mía,
que mi pasión por ti se salió de control…
y que he asegurado mil veces …que tú correspondías mi obsesión.
Si no te conozco,
porque siento tanta nostalgia por tu ausencia,
porque te escribo poesía…si nunca te había visto,
sí en la realidad no existes…
ni has coincidido conmigo en ninguna alucinación.
No tiene lógica esta angustia,
ni tampoco la impaciencia que causas dentro de mi…
con la frialdad de tu atroz indiferencia.
La desesperación me arrincona,
la melancolía me extravía,
no sé si eres de verdad…o solo consecuencia de mi necesidad,
no sé si fue en esta vida… o en alguna otra…
cuando nos amamos con tanta ansiedad.
Pero tu aroma, ese perfume tuyo inconfundible,
esa mirada jamás he de olvidar,
y qué decir de esos tus besos…deliciosos…
cómo podría desconocer su sabor…
sí manjar tan dulce, jamás he de volver a probar.
Que no te conozco me dicen,
y sin embargo yo puedo jurar…que tanto tú como yo…los dos...
nos reconoceríamos con los ojos cerrados,
tan solo con escucharnos suspirar.