Cómo el viento silbando en mi ventana,
Cómo el sueño avisando que algo se aproxima,
Estás tú siempre compañera de alma.
Con tus consejos, tus reproches, tus ganas de que sea el mejor, son para dar calma.
No existe día en el que no estés.
Pues es de ensueño conocerte,
más no verte me hace extrañarte,
y es arte querer abrazarte.
Ahoora en la distancia solo me queda aconsejarte para darte toda la calma y mi lealtad.
Es más que verdad decir que estaré para tí, en la tierra, en el cielo y hasta en la eternidad.
Dónde esté como este y aunque me pierda,
solo recuerda, que siempre serás eterna.