te amé como afina un ciego,
a tientas, rompiendo cuerdas;
dejé mis dedos en tu pecho
como pintura mal resuelta.
quedé manchada de tus tonos,
mezcla torpe de carmín,
y en cada rasgueo sin nombre
me perdía en lo que fui.
había amor, pero sin ritmo,
como óleo bajo la lluvia:
se corrió lento, sin ruido,
y aún mancha cuando lo miras.
ya no me duele el recuerdo,
aunque cruje si respiro;
pero aprendí a hacer silencio
con lo poco que aún es mío