Ella mira y yo me asombro
cuando siento su mirada
que dulzura siempre emana
y me besa con sus ojos.
Y por la ventana asomo
percibiendo en la mañana
que me entrega toda su alma
y sus ojos como fiordos.
Tiene manos muy sedosas
y su pelo, cual trigales;
canta hermoso como Alondra
unos versos adorables
que acarician y provocan
cuando llega cada tarde...