Tus labios son cristal, muy sabios,
el de arriba despejado cielo,
y de bruñido mar el otro labio.
Cuando besan, y se unen,brillan
como dos transparentes lunas frías
en medio de la noche encendida.
Si hablan, las palabras se abrazan
en la boca enamorada
como amapolas cristalizadas.
Cuando pasean al sol
se derraman en suave luz
que deslumbra en plenitud.
Son de un cristal puro y limpio
que incita a beber cada segundo
en sus rojas copas de vidrio.
Al sonreír tus labios de cristal,
producen delicada risa cristalina
siempre muy alegre y musical.
Cuando subo cada día hasta ellos
por los ignotos senderos del deseo
me disuelvo y no soy yo,
y llego a la cumbre del amor.