Enigmas del recuerdo
No se si estás allí y no te veo
mi absurda sinrazón diz que razona
envuelta en las tinieblas del deseo
como en el alto monte la leona.
Agazapada, hostil, como esa fiera
que ruge si presiente tu presencia
y que daría todo si tuviera
aunque sea un mordisco de tu esencia.
Pero no estás allí ni muerdo nada
te fuiste ya hace mucho por la vida
dejando a mi alma ilusionada,
ilusionada sí y entristecida.
Cuando el recuerdo se empecina tanto
y no hago nada más que recordarte,
entonces es que me refugia el canto
entonces es que me acurruca amarte.
Y te amo más y te amo de repente
como si fueses lo único que creo,
como si fueras lo único que siento,
aunque no estés aquí y sí te veo.