Como viento en tu rostro
(táctica I: sutil exploración de disponibilidades)
A la puerta de tu casa como brisa fresca en la mañana
anhelo la presencia de ti en la calle para soplar en tu
mejilla y aliviar el sofoco de las miradas ardientes del sol
enamorado de tu rostro, silbarte al oído melodías que
compongo inspirado en tu imagen, agitar tu pelo y
enredarme en él usándolo como instrumento con el que
convertirme en dedos para acariciar tu cuello y hacerte
traviesas cosquillitas. Tornarme remolino envolvente en
tu cuerpo y abrazar completamente la voluptuosidad de
tu esbelta superficie. Colarme descaradamente bajo tu
falda y acariciarte las piernas y deleitarme en el sedoso
tacto de tu piel.
Siempre creíste que el viento te perseguía, y es cierto,
te sigo a todas partes, eres la razón de mi movimiento.