Tal vez no era el navegador,
tal vez sí, por su palindrómoca gracia,
no lo sabía, “tal vez yo soy”, se dijo…
algo estaba fallando.
El espacio entre cielo y viajero se había tornado sideral,
el gozo en su corazón era extraño,
sin rumbo, más feliz de lo normal,
dilucidando cada órbita, estaba hipnotizado…
era la majestuosidad en estado lunar, brillando.
Algo había fallado, es verdad,
nada de ese lugar era como lo habían narrado,
colores imposibles, gravitaciones extraviadas,
un planeta cuadrado,
y un astronauta cautivado por la realidad.