Me miró a los ojos y me dijo: \"Yo te amo\".
Lastimarte jamás lo haría y no lo hago; no quiero que pienses lo contrario.
Solo son fantasmas en tu mente, quizá algún mal recuerdo del pasado.
Tu inseguridad te hace ver cosas que no existen y que no pasarán a mi lado.
Jamás te haría daño y métetelo en la cabeza: te amo, te lo juro.
Me lo creí en aquel momento, pues estaba herido, dolido y enamorado.
Pensé en esas palabras y lo llevé muy adentro; me quedé en silencio.
Siempre dicen que las palabras se las lleva el viento, bien lejos.
Pero las mentiras y verdades salen a la luz con el tiempo y llega el sufrimiento.
Ni siquiera vale hablar de eso, ya no vale pensar en ello, es irremediable.
Los años pasan y me estoy volviendo viejo, cansado y ya nada tengo.
La soledad es mi templo, mi amiga; solo la muerte cura todas las heridas.