Luis Rayo

A LUMINA

Mi alma agradecida está entonando

los bellos himnos de los mismos ángeles

con trompetas y cánticos

emanados de los místicos.

Tu presencia me ha emocionado,

encantadora Lumina,

cuan ciego he sido,

me siento un aficionado,

y tú siempre conmigo,

juntos en el jardín, sin ser rareza

y amorosos de la naturaleza.

Con ansias espero que tu luz

alcance mis escritos,

ya que vivir sin ella

es como no haber nacido,

como un verso sin aliento

en el libro del olvido.