Peso Muerto
No es tristeza lo que traigo,
es otra cosa más pesada, por el cansancio caigo,
a la orilla de la empalizada.
Y la luz que nunca llega veo la vida marcharse como una tragedia griega mi alma dejó de apasionarse.
Me arrastran los días grises,
como barcos sin destino, se golpean contra los muelles
de este corazón clandestino.
La risa ajena resuena lejana, como un reproche ¿Cómo siguen encendidas?
tantas luces en la noche?
Pasos de plomo fundidos, cada mañana es un monte,
gestos viejos y repetidos
que no miran al horizonte.