Deseo que recuerdes, vida mía
lo mucho que te quiero y te respeto
por eso, yo te juro y te prometo
amarte con pasión día tras día.
Recuerda lo que siempre te decía:
contigo yo me encuentro bien repleto
y por ello te escribo este soneto
colmándote de paz y de alegría.
Me rozas con tus manos inocentes
buscando de mi cara la ternura…
y yo te sigo amando con locura.
Saboreo tú boca con mis dientes
asiendo fuertemente tu cintura
en un acto de paz y de dulzura.