Podría sentarme a hablar durante horas y horas
de lo injusta que es la vida conmigo,
Pero nada de eso me regresaría a ti,
Puedo quejarme todo el tiempo que quiera,
Pero eso no te hace elegirme a mí,
Puedo mirarte o mandarte al diablo,
Pero no importa si ya no me quieres a mí,
Puedo llenar este vacío con mil personas,
Y aunque lo supieras no te dolería,
Porque ya no piensas en mí,
Podría tirarme en la carretera y dejar que me atropelle un carro,
Romperme un brazo o una pierna,
Y, aun así, aunque necesite muletas,
Nada te hará venir corriendo hacia mí.