Eugenia Bin

El tiempo...

 Creo que el tiempo pasa despacio. 

Me atraviesa implacable, pero sin prisa. 

Como si con cada puñalada quisiera arrancarme algo. 

Como si con cada derrota quisiera verme tirada, rendida. 

 

El tiempo asusta, intimida, 

y a veces juega conmigo. 

Cuando quiero tenerlo, se escapa. 

Y si no le hago caso, 

se queda a mi lado, dormido. 

 

Como ese amor no correspondido 

al que insistes e insistes… pero nada. 

Tú quieres estar con él, 

pero te esquiva la mirada. 

 

El tiempo a veces es tuyo, 

y otras veces, te lo prestan. 

Lleva en el alma un susurro, 

una voz que las almas encuentran: 

 

“Quédate allí donde fuiste feliz sin saberlo. 

Huye apenas puedas, 

porque tu vida depende de eso.” 

 

 

 

El tiempo nos ahoga, nos asfixia. 

Casi nunca nos da respiro. 

Siempre mirando de frente, 

provocando hasta el delirio. 

 

El tiempo, lamento decirlo, 

ha pasado para todos. 

Aprovéchalo si puedes… 

será verdad que vale oro.