Del tren en que voy nadie baja,
y en cada rostro la noche sustituye a la mañana...
Seguros junto a la ventana,
el ritmo de lo humano del almanaque se arranca...
Y sin ninguna prisa,
en este tren somos el reposo y la calma...
El tran tran es la música,
del Rosario a la Virgen y Dios en nuestra vida...