Betzabeth Jaramillo

Cuando un escritor llora

Cuando un escritor llora

 

No cae solo una lágrima:

se deshace un idioma.

 

La pluma le tiembla,

la tinta se corre

y las musas muerden papel

como si fuera pan de olvido.

 

Cuando un escritor llora,

no suena.

Pero el silencio se llena

de huesos.

 

No hay consuelo en la métrica,

ni rima que acaricie.

Las palabras se sientan a su lado

como huérfanas,

esperando que el alma

vuelva a soplarles el aliento de vida.

 

Porque cuando un escritor llora,

no se moja solo la cara:

se inunda el idioma,

se derrumba la gramática,

y todo lo que alguna vez sostuvo el mundo…

se queda en blanco.

 

Pero el escritor que llora, aún llorando,

riega el amor.

 

Por Betzabeth Jaramillo