mauro marte

EL NIÑO

 

De la mano de la madre

corría el niño, con su frágil brazo al aire

y una risa que abarcaba cielo y tierra.

Los ojos de la madre. una sonrisa de plenitud

de los dioses en amanecer reflejaban.

La mascarilla impedía ver esos labios

llenos de alegría.

En ese momento ni para ella, ni para el niño

existía el mundo y sus preocupaciones.

solo ese momento infinito de éxtasis

Y beatitud.

Gijón, España, 7 de marzo 2021