Salva Carrion

Con un ladrido me despierta

 

Con un ladrido me despierta,

sus ojos llenos de ilusión

saludan al día y me alientan

a entonar feliz mi canción.

 

Por el jardín va, corre y salta,

mi perro fiel, mirada alerta;

su pelaje brilla y resalta,

juguetón y de risa abierta.

 

Cuando juega con la pelota,

persigue luces sin cesar,

su alegría nunca se agota,

siempre está dispuesto a jugar.

 

En las noches de luna llena

me confiesa siempre sincero

que la tristeza le es ajena,

y su vitalidad de acero.

 

Eres mejor que un simple amigo,

de bondad bien agradecida;

tu lealtad noble conmigo

es el ejemplo de mi vida.