¿Quien no creyó -ingenua mente- que lo peor de las tormentas ya había pasado?
-Mi amor- nunca está segura la última cosecha..! -You know-
Al filito de las intemperies -chisporrotea- bajo las sombrillas....
[Dónde abdican los astros] Y se marchitan
-otra vez- las inflorescencias...
-Baby -con ellas- nuestra llamita se extingue, suave e irremediablemente-
[Pero que le vamos a explicar -al chancho-
sobre las propiedades de las margaritas]
-Incineradas-
¡Inmundicias y certidumbres!
-El glamour de las bestias- [Muertas]
¡Bombóon los ciegos no creen -aunque pueden creer- en la magia!
¿Y si alguien de repente les contará que pueden anestesiar todas sus penas con un inofensivo jarabe para las flemas?
[Las pausas -luego- querrán convertirse en todo el tiempo]
-La rebelión de los postergados-
¡El precio de -la tos de los gerentes- del Olimpo]
-Bebe- ¿Como podrías querer volver al lugar- donde nunca has estado?
¡Del placer de morir huyendo -al dolor de vivir sintiendo- [Y no poder cambiarlo] ¡Ja!
¡No es recomendable que abras -esas malditas puertas-
[Más allá de las subjetividades -el principio- y la dulce fatalidad de las inconsciencias re utilizables]
Pequeño señor -bajo su piel se encuentran todos los secretos-
Solo hay que saber -y fundamental mente querér- buscar la miel de la vida...
¡Aikido a todos los espejos!
-Polipeptidos ordinarios- solo al alcance del entendimiento...
La belleza silenciosa del deseo sostenido -en las espinas- del tiempo... [¡Un momento!]
¡La materialización de los anhelos más profundos!
¿Che, cuántos encendedores había que fumarse para llegar de una puta vez al cielo?
Pensé que era cierto...
¡Non sequitur! [Ad nauseam]
¡Mañana -siempre es el día- zero!
[Para los condenados por la epigenética -la ignorancia- y la hostilidad del entorno adquirido]
Tras los ronquidos -sostenidos- de las nubes se esconden los motores de la invisibilidad que sentis negando...
¡Volveremos al barro!
-Desintegrandonos en las lágrimas de las brotes -hoy- podridos...
¡Jamás lo entenderías!
-No se puede proyectar el dolor exacto-
¡Volverán! [Por la necesidad -ineludible- de los ciclos]