¿Quién te enseñó a doblar el tiempo
como si fuera un mapa con tus rutas preferidas?
¿Y qué culpa tiene la palabra \"hermosa\"
de no alcanzar a rodearte del todo?
¿Y tu cansancio, ese que nunca admitís,
no será la forma en que la fuerza te pide tregua con una flor en la mano?
¿Quién te autorizó a convertir
una lista de tareas en coreografía?
¿Serás vos el axioma que toda teoría olvida,
la excepción que valida mi caos,
el palíndromo perfecto entre mis dudas?
¿Podría el tiempo medir tu constancia,
o habría que inventar relojes
que cuenten esfuerzo en lugar de horas?
¿Será que tu pelo lacio no cae,
sino que encuentra la forma exacta
de desordenar el aire con elegancia?
¿Y si tus labios no supieran guardar secretos,
qué verdades susurrarían cuando el mundo se duerme?
¿Y si nos regalamos la próxima página
para ver si los dos cabemos en la misma historia?