¿Y POR QUÉ NO?
Apuntando a las estrellas
y coleccionando nubes
mientras las sombras se agrandan
en el amplio espacio entre nosotras.
Mirando pasar la vida desde un culo de botella
se pueden ver los colores del arco iris
y descubrir el prometido tesoro
que se esconde en su extremo legendario
después de haberla bebido.
Puede que las groserías
sean el máximo exponente del hastío
o puede que, simplemente,
se atrofien las grandes ideas.
Pero lo que sí parece, en cualquier caso,
es que sin dura pelea
no alcanzaré nunca ese universo
en el que te perdiste un día
sumergiéndote
en aquel agujero negro.