Las emociones no son perfectas,
ni hechas para ser juzgadas,
son mares de olas inciertas,
de luces y sombras mezcladas.
Sentimientos confusos duelen,
a veces cantan, otras callan,
esperamos alguna señal,
pero el silencio nos atrapa.
Anhelos de un cambio viejo,
de un gesto que nunca llega,
la decepción pesa en el pecho,
y la esperanza se despliega.
Aunque la rueda vuelva a girar,
y la espera vuelva a crecer,
el alma nunca se rinde,
y vuelve a soñar, a creer.
No hay perfección en el sentir,
ni juicio que pueda entender,
que en el vaivén de existir,
las emociones quieren aprender.
© 2025 [Shara Guaranda C]