Agotada de fingir olvido
Extenuada de tanto silenciarme
Voy de mi a mi castrado silencio
y miro impotente la cadencia de mi mano.
Me acaricio despacio, luz de flexo,
una tangente soy, en su circulo perfecto
Una lágrima audaz rueda hasta mi pecho
y acabo escondiendo mi mano entre las piernas.
Agacho mi cuerpo para no verme sola
Me tenso, aún altiva quizás
mi deseo contigo a conectado
y caigo, solitaria y satisfecha
a pesar de la torpeza de mi mano
que me da benevolente este
placer bañado en lágrimas.
No te llamo!!
No me impongo!
y sueño, eternamente sueño
que me amas y me follas
así tranquilamente, sin grandes aspavientos
pedimos una copa y yo me agacho
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