marco romero

Cuando el Cielo Llora por Dentro

Cuando el Cielo Llora por Dentro

 

Era domingo, y el día se había podrido. Dios no dejaba de restregar las nubes una contra otra, como si quisiera sacarles la sangre. Y aquí adentro, en este cascarón que soy, también llovía; se había colado una gota, fría y terca, justo por esa rendija del alma que uno nunca sabe que tiene abierta. Me sentía como para colgarme en cualquier clavo, así nomás, sin más.

 

No es que a veces el cansancio, este hastío que me empapa, dejara de lloverme; es que por momentos me ahogaba, me sentía con el agua hasta la garganta. Quizás si uno se tragara todo, si lo guardara muy adentro, dejará de inundarse un poco.

 

Y en ese ahogo, 

a veces desearía—llover 

en el Cielo —

Ser un Sol — tan radiante —

El Mar elevar a los Ojos —

Dormir — sonriendo — suave —

Guardar la Inocencia —

En la Curva — de los Labios —

Herida de Luz — y Nieve —

País de Dulce — Primavera —

Ser Feliz — aunque el Mundo

Desgarrado — caiga —

Reír — si la Luna — al fin —

También — se derrumba —

m.c.d.r