EDGARDO

Un amor que abraza

Dunia, dulce ángel, luz de mis días,

con alma en mano y corazón rendido,

te pido perdón por mis torpes manías,

por un amor que, sin querer, ha dolido.

 

Mi universo entero late por tu ser amado,

un amor inmenso que solo anhela cuidar.

Sé que en tu vida hay un mundo sagrado,

familia y amigos que te quieren abrazar.

 

En este sendero que el alma transita,

tu pena es mía, tu herida, mi dolor.

Un amor tan profundo me visita,

y no sé bien canalizar su ardor.

 

Si mi afán de proteger te hizo sentir atada,

si mi fervor causó algún pesar,

es que sin ti mi luz queda apagada,

y por ti daría todo sin dudar.

 

Soy quien te ama con inmensa dulzura,

que anhela tu alegría sin nada que atar.

Que tu semana esté llena de ternura,

y el sol de tu sonrisa vuelva a brillar.

 

No dudes nunca de este amor sincero,

ni te agobies si a veces exagero,

es que en mi pecho, leal y verdadero,

solo quiero cuidarte y tu alma abrazar.

 

Amarte me da fuerza y gran responsabilidad,

protegerte hasta el fin, sin mirar el dolor,

si la vida me pide, daré mi verdad,

mi ser entero, mi vida, por tu amor.

 

Permíteme devolver lo que el tiempo robó,

la paz, la alegría, el respeto y el amor,

llenar cada vacío que el alma marcó,

y ser para ti un refugio de valor.