DE LAS LAMENTACIONES Y LOS
ENZALZAMIENTOS
Estimado Señor Don Dios:
Un afectuoso saludo.
No querría interrumpirle teniendo en cuenta el estado de Gracia, y no es que pretenda separarle de la Gloria; nada personal. Es más, si yo fuera dios haría lo mismo.
Pero sin ánimo de reproches, y tampoco por embroncarle: haga algo, muévase un poco, hombre, que da hasta sentimiento verle ahí, parado, con la obra a medio hacer, si parece que se le extravió el calendario en un domingo.
Ya. El arquitecto, ¿y se le puso la cuadrilla en huelga? Claro, si no paga. Tanto “el trabajo dignifica”, tanto “la recompensa del paraíso”… Vaya usted al supermercado y diga que dios se lo pague. Si es que no tienes credibilidad, se te perdió el respeto, a todo el mundo le importa un pimiento ya el apocalipsis, no te digo cuántos se acuerdan del génesis.
Eres carne de charlatanes. En eso te has quedado. En tu nombre se predica, se somete, se roba, se asesina, se impera, se esclaviza, se enmascara la mascarada. En tus múltiples versiones no eres más que pugna y vanidad.
Don Dios, aquí entre usted y yo, esto que has hecho es una cagada. Siendo dios, coño, podía haberle puesto un poco más de empeño. Mira, por ejemplo más manzanos, así, Eva y Adán todo el día pecando y usted, enojado y echando truenos y relámpagos: estarían los ángeles más entretenidos imponiendo penitencias… Viste?, así no tendrías una vida tan aburrida, que tienes una carita de apático, casi de deprimido y no me extraña, ahí, siempre echado, adormilado, como con sobredosis de valeriana, con esa musiquilla celestial tan tristona, y a todas horas las almas en pena ahí dalequetepego que si perdón, que si mis culpas…
¿No has visto la cantidad de solicitudes de milagros que tienes acumuladas? fíjate en ésta que es de un tal Cristo pidiéndote que no le crucificaran. Así le fue. Si es que vas con retraso en tus tareas.
Tienes que hacer algo con tu vida, salir más, no sólo a la iglesia en los festivos. Dejas a la Gloria y a la Gracia en el cielo y te andas a echar una cana al aire. Acaso es eso lo que necesitas: un buen pecado. Uno imperdonable. Para que pierdas esa cara de estreñido, de compungido.
Ves que no te hablo desde el rencor. No te conozco de mucho, y mucha gente habla mal de ti, dan malas referencias; gente rencorosa: ya sabes.
Me contaron que eres ludópata, que tienes el vicio de ir a la taberna a jugar con el demonio a los naipes y apostarte el destino de las almas, y que siempre pierdes. Eso está feo. Tienes que solucionarlo. Conozco un buen psiquiatra. Me pusieron en tratamiento el día que comenté que escribía cartas a dios. Es un buen tipo, convincente, sostenía que yo no podía hablar contigo porque no existes. Le dejé creer que tenía razón, después de todo, eso no lo puedo asegurar, yo hablo contigo, pero tú nunca me respondes.
Bueno. Ya le dejo. No se me decaiga. Piense en lo que le he dicho, mire que hay almas descontentas y cuando la plebe se enfurece se forman las revoluciones.
Dé un golpe de vez en cuando y sálgase a tomar el aire, que eso siempre viene bien. Y más zumitos de fruta fresca y menos infusiones, que pareces abobado, ahí, tan flaco, tan descolorido, de mirada ausente…
¡Ánimo carajo!
Cuídese mucho.
Saludos a Gloria, y dile a Gracia que no haga esfuerzos que en su estado no conviene.
Atentamente, su fiel admirador, Santino.
PD:
¿Ya que estamos, no podrías dar un soplido y reducir a cenizas a los templos, los poderes y las instituciones?.