Dolores Luna. ☾ (Anna) .

El velero y el faro.

Por la mar va un velero, por esa mar azul, a cielo abierto y con un sol que le ilumina los ojos color miel que lo identifican como el ser transparente que es. 

 

Un día a ese velero lo atrapó una fuerte tormenta, lo hizo flaquear por un largo tiempo, encallaba cada nada por los problemas de las velas, aun así había épocas en que lograba el viento que lo llevaba por bellos lugares y a momentos inolvidables que desde la lejanía el faro veía.

 

Este faro siempre tenía luz para darle, por si una noche oscura lo atrapaba. Él, sabía bien dejarse llevar por esa guía de luz y pasaban unos momentos tan gratos, se veían peces de colores en ese mar que iban y venían. 

 

Había estrellas, había pulpos y cada especie marina que lo saludaba a su paso, cuando de la nada un día la gran tormenta llegó. 

 

Se fueron dañando poco a poco sus velas, la barquita se iba destruyendo con la sal del mar cada vez más fuerte en su madera, pasaba épocas difíciles porque un día pudo ver qué no había cómo recuperar esa barca, ni las velas, el mástil se fue doblando con el tiempo difícil que no cedía, hasta que un día tuvo que aparcar en una playa desierta, había unas criaturas que lo cuidaban y el faro a lo lejos dando su luz...

 

Hoy ese velero está estropeado, le afecta todo, ya no siente nada de fuerzas por luchar y se siente muy cansado aunque no desiste y aún le pelea a ese aire frío que lo ataca de tanto en tanto. 

 

Un día llegará a terminar su vida allí, en ese mar azul, lo recibirá como lo que fue, un dulce, fuerte y espléndido velero que iba y venía por los mares dando alegría a todo el que lo veía.

 

El faro... allá en la lejanía solo, también fracturado por el tiempo, el aire salado y las tormentas, lo añora, aunque sabe que llegará ese triste día de su adiós. 

 

De igual forma, este faro estará ahí, dañado por el tiempo, pero aun de pie, mirando a lo lejos a ver si su velero vuelve a navegar, o si acaso le deba dar su última luz hasta allá, a esa playa donde queda su amado y tierno velero. 

 

Ojalá un día haya otro mar más tranquilo, sin esas tormentas, sin daños a las velas y a la barca en donde se pueda quedar recostado y tranquilo al lado de un faro también espléndido lleno de luces de colores para y de los dos. 

 

Las estrellas del mar en su entorno y todo en paz con la luna llena blanca y hermosa desde ese cielo dando su brillo hasta abajo donde el velero y el faro están, en paz. 

 

 

Anna.

Junio 7. 2025.

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