Contigo entendí mis procesos,
perdí el interés, mas no los sentimientos.
No puedo dejarte ir,
pero a la vez, no sé a qué me aferro.
No hay nada a qué aferrarse,
qué difícil es este camino.
Todo fue un proceso,
toda una aceptación,
toda una enseñanza.
Pero el amor no tiene que ser así;
si lo deseo, puedo pedir más,
y no está mal, porque lo puedo dar.
Y si lo puedo dar,
también lo puedo recibir.
A otro le encanta verme feliz,
a otro le gusta escucharme reír.
Otro alaba mi forma de ser,
mientras tú solo lo dejabas a un lado,
hasta más no poder.
Siempre fuiste tú y tu apatía;
no sabes dar, no puedes dar.
Y cuando uno intenta darte,
terminas consumiendo.
Años y años en este embrollo;
me consumes y me llenas por la mitad.
Nunca me has llenado completamente;
te has vuelto tan vicioso, tan necesario.
Y por eso quiero más;
tan sedienta de algo que jamás quitará esa sed.
Hay días en que siento
que no me queda nada,
que lo has consumido todo.