Juanmi

EL PATIO

La mirada perdida me lleva al patio de calientes baldosas amarillas, amurallado por paredes blancas que se unen al cielo azul.

El brocal aguanta los cántaros de barro, mientras el tímido  trinar de un canario se esparce en el silencio de la siesta, cautivo en su jaula, colgado de la rama de un limonero.

Desparramadas las pilistras en sus tiestos granates, buscan la sombra con sus grandes hojas verdes y un sin fin de brillantes latas, como si escalasen las paredes , portan geranios y florecillas de colores.

Ya se nubla el mirar como se borra la infancia pero tozudamente tornaré al calor de las baldosas amarillas.