Lincol

LABERINTO EN TU MIRADA

 

LABERINTO EN TU MIRADA

Miro tus ojos en silencio,
ardor que en sombras se derrama,
y sin remedio ni defensa
me pierdo en tu mirada.

No busco salida,
rendido ante tu geometría,
mi alma se interna
en tu laberinto de luz fría.

Miro tus ojos en silencio,
y el tiempo, cómplice, se desvanece:
ya soy prisionero
de la aurora que en ellos crece.

No quiero escapar,
¡oh ladrona de alientos!:
con esos ojos benditos
hasta mi suspiro robaste al viento.

— LMML.