Eres consecuencia.
No comprendo como es que te infiltras en mis pensamientos y logras la melancolía por aquel miedo que me invade, cada día espero si quiera una ligera mirada y no buscando tu aprecio, mas bien capturando tu momento y guardarlo para mi.
No comprenderías esta atención por ti porque ni aun yo lo puedo entender, me aferro a la idea de no apreciar ni menos amar, pero aquí estas, gritando tu nombre sin siquiera estar presente.
Estas tan lejos de cualquier idea de mi fracturado corazón que la razón me invade y conduce a la resignación de verte desde lejos, soy consiente de que no me perteneces ni te pertenezco, pero en mis noches de inconsciencia pronuncias mi nombre con amor, en estos sueños me hablas con dulzura y tus deseos son los míos.
El miedo se hizo mi nombre y la soledad mi amiga y tú tan vano como el tiempo seguirás tu curso sin saber de mi.