¿Para qué sirve una mariposa?
Para inspirar a un eterno aspirante a poeta
que
Como entrenamiento de gatitos para convertirse
en futuros cazadores de emplumadas criaturas..
Para servir de aperitivo a una paloma, e inferir
en el fabulismo o en la simbología como un modelo
de contradicción a cerca de las paradójicas condiciones
necesarias para darse la paz.
Como jabón de conciencias ante la inevitable crueldad
de la existencia al aplastarla contra el parabrisas de tu coche.
Como señal de perdón desde el más allá al posarse sobre la frente
de una anciana moribunda que su único pecado en la vida fue
interponerse hasta joder el noviazgo de su primogénita.
Como señal ambivalente desde el más acá de la esperanza
de la humanidad al posarse sobre la cabecita calva de un niño
negrito y anoréxico en el Cuerno de África
o de otra cabecita calva de un niño en una cama
de la planta oncológica de un hospital del sur de París.
Como señal desde donde sea al morir ahogada
en el vaso de ginebra de un alcohólico que acaba
de decidir que ha tocado fondo hoy domingo
en un bar de barrio de mala muerte
del extrarradio de la capital
Y sí, también para polinizar.