No me des a elegir con qué me quedo:
me.presionan tu espada y mi pared.
De tu cuello colgué todo mi credo,
de tus piernas y hombros, esta red.
Con tus manos fabricas maravillas,
con tus ojos describes la atracción,
por tu pubis desfilan las cosquillas,
a tus pechos firmé mi rendición.
A tu lengua la pongo por testigo,
por tus muslos resbalan mis pecados,
de tus besos me hice su mendigo,
a tus dientes suplico sus bocados,
en tus juegos de cama estoy perdido.
Me tendré que jugar todo a los dados.