........
Moran entes inmutables
en espesuras de cieno,
donde solo crecen ansias
de lujurias y deseos
que recogen aire vivo
y devuelven aire muerto,
capaces de matar ruidos
y de matar los silencios,
llevando capas de hambres
que se nutren con lamentos
de carroñas que se arrastran
como carnes para cuervos,
carroñas agradecidas
por dar comida a sus dueños.
La crueldad late graciosa
y hasta sabe a dulce un beso
si se ejerce con sonrisa
aunque sea el rostro feo,
pues tanta necesidad
que camina por el suelo,
debe de satisfacerse
sea real o reflejo.
Qué venga de donde venga,
aunque sea del infierno,
pues la plebe agradecida
da su pellejo muy tierno
a tanta ansia carroñera
de tanto vestigio negro.
......
Y siempre están impacientes
para ponerse al acecho,
buscando las voluntades
de los gusanos de anzuelo
que viven entre los limos
y arrastran sordos y ciegos.
Hay que darles de comer
untando el pan con misterios,
darles rosas sin espinas
para que llenen sus sueños
con todo lo que no tienen,
como lo dulce y lo bello
que no puede dar servicio
a un sentimiento siniestro.
Pero la piedad exige
dar a lo pobre sustento,
y al que no puede ser libre
de un oscuro pensamiento,
darle un momento de gloria
o gloria para un momento,
ser objetivo a las causas
que alimentan sus recelos.
Se oyen voces entre voces
que suenan en aire espeso,
aires que marcan el dia
que se mueve como el tiempo,
para unos, un día más,
para otros, un día menos.
.....
Gobernantes que acompañan..
...... contin...
Jhetsefany