el brujo de letziaga

Estoy en la colina

Estoy en la colina,

cuando el viento me da de lleno en la cara

y la tierra late en su entraña.

Es aquí en este lugar que mi alma entera sueña...

 

El cielo como una bóveda,

me llama sigiloso con su voz muy baja,

y me pongo a mirar arriba,

cuando me enseña su corazón que es capaz de lluvia...

 

Entonces florece una nueva dicha,

pero es tan callada

como una fruta sola sin su rama,

pero tan valiosa que sabe endulzar mi vida...

 

Estoy en la colina,

dándome... a una soledad deseada y única,

desde aquí arriba

quien se acuerda de la mar distraída...