No es sino el pan, mi divino consuelo.
Tierno, caliente. Me abraza como un recuerdo.
Cebado, enternecido. La levadura me vuelve
espuma, me hace sentir vivo.
Con pasas, almendras, maiz o con canela,
todo condimento bienvenido sea.
¿Y si se convirtiera uno en lo que come...?
Bien de harina estoy hecho, de nostalgia
simple y migas persistentes
Harina, no más rodeo. Eso. Y nada
más que eso.