Te invito una copa,
hoy quiero toda tu pasión,
explorar tu bello cuerpo
en nuestro nido para amar.
Desaparezco tu suave seda,
se muestran tus blancas alas,
me llevarás al fin a un viaje,
hoy sólo vuelo para amarte.
Serás mía como nunca,
seré tuyo como nunca;
nuestros secretos se olvidan,
la eternidad se hace presente.
Te veo divina, compartes gloria,
con un ángel te podría confundir;
estás conmigo, estoy en ti,
divino momento se vuelve a repetir.
Éxtasis alcanzado,
siempre deseado;
estamos amándonos,
somos uno mismo.
Disfruto tu aroma,
disfruto tu piel;
encuentro tu mirada,
me puedo ver.
Tus ojos me hablan,
los puedo escuchar:
gritan que me aman,
yo sólo te puedo adorar.
Llegó el momento,
culminó la conquista;
memorable noche:
te veías tan bella en el altar.
Rubén Verdugo Terminel
Libro: ÁMALON (3k, 2016)