Escribir para ti es mi camino,
mis pensamientos en tinta los pinto,
tu imagen en mi mente, un laberinto,
donde mi voz se enreda y se desborda,
mas mi pluma no falla, nunca estorba.
Y en silencio, tu amor lo voy puliendo.
Al mirarte, el corazón se agita,
sin palabras, la lengua se me quiebra,
mas la tinta en mi alma, siempre siembra
la pasión que en mi pecho se desquita.
Por ti, mi sangre en el papel palpita,
cada verso es mi alma, es mi esencia,
y aunque mi voz tropieza en la presencia,
mi pluma fiel te canta sin flaqueza.
Seguiré escribiendo con firmeza hasta que mi sangre, la tinta sea.