Hace tiempo te conocí…
¿Coincidencia? ¿Destino? No lo sé.
Solo sé que de ti me enamoré.
Cada vez que te encuentro, cada vez que te miro,
veo en ti un misterio prohibido
que aún no descifro.
Cada instante del día te pienso,
te envío mensajes a través de mis versos,
porque no hay momento en que pueda expresarte
todo lo que por dentro siento.
Y aunque anhele algo más que amistad,
me bastaría con ser tu refugio en la tempestad.
Si las lágrimas no puedes controlar,
si la frustración no te deja escapar… ven a mí.
Llora en mi hombro —quizá no podré borrar tu dolor—
pero te aseguro que me quedaré contigo
el tiempo que nos tome
volver a sonreír... al mismo tiempo.
No sé cómo decirte
que por ti resurgió mi pasión,
la ilusión de volver a amar
con la misma intensidad del sol.
Tu sola presencia hace latir tan fuerte mi corazón…
Podría prometerte el mundo, ofrecerte mi vida,
pero lo que verdaderamente puedo prometer
es que si me escuchas…
el tiempo se encargará de que caminemos juntos.