Carlos Eduardo

Varado

 

En el barro de la existencia

he quedado varado

sin poderme explicar

acontecimientos;

 

voy a saltos,

estoy sereno, camino en paz,

y en un de repente

me hundo en la desesperación;

 

no hay día, no hay hora

en qué mi corazón

no se agite,

a veces de inmensa alegría

y las más, de tristeza;

 

sacudidas, sismos,

me hundo, 

mis sueños son delirios,

la vida son esos sueños.