EDALTO

SARACUNDINA

SARACUNDINA

 

En la añeja huella

Sin remolinos mayo me rompe el corazón

Al caer la engreída tarde

De tus palabras mudo quedé.

 

Ya no eres el sol que alumbra mi ser

Ni la noche de estrellas que invita a soñar

Tampoco la brisa que moja mi piel

Menos el viento que me suele acariciar.

 

Atrás quedarán bellos momentos

Aquellos candentes besos 

Atardeceres recorriendo caminos

Y el mar en su agitada bravura haciéndonos querer.

 

Que soy el bardo incomprensible

Que no tengo compasión

Que he jugado a las cartas sin dejarte ganar

Que todo romance tiene su final.

 

Ven, vamos a platicar

Que aún tengo mil cosas que dar

Y si ya me dejaste de amar

Sé feliz, inmensamente feliz.

 

Autor: EDGAR TOALA TOALA