Rosendo Ruiz

Interludio

Son las seis de la tarde,

cuatro horas en el parque.

Me clavo en el césped sin más,

y espero a que la tierra me devore...

 

Aburrido de la misma vista,

el día se empezó a morir.

Si tan solo vieras mi rostro,

verías a un chico muy roto.

 

Qué estúpido fui

por no ver más allá de mí.

Todo el esfuerzo

que se esfuma sin fin.

 

...

 

Y ahora, solo puedo tratar

de morir con la mínima paz.

 

...

 

Salí del parque resignado,

con el viento en contra mío.

Vi una salida en tu mano,

vi tu cara y pensé: \"No pierdo nada\".

 

Caminaba junto a vos,

viste mi cara de renuncia.

Te pedí y me diste una bendita,

bendita probada infinita.

 

Y yo lo disfruté tanto que 

me sentí fuera de la vida.

Mis problemas desaparecieron

y la muerte se alejó un momento.

 

¡Qué sensación!

Sentirte como Dios.

Caer al infierno

y volar hasta el cielo...

 

...

 

Y ahora, solo puedo tratar

de ser así sin tu ayuda.

 

...