Salva Carrion

Dame, mujer, dame tu mano

 

Dame, mujer, dame tu mano

y déjala sobre mi frente,

que una llama creciente

en mi cabeza siento arder.

 

Ven y junta con mis labios

tus labios que me enamoran,

donde aún los besos palpitan

los amores de nuestro ayer.