Cuando una relación termina, ¿De quién es la culpa?
De los dos, ambos aportaron, ambos dejaron de hacerlo y de una bella ilusión todo redundó en una pesadilla que ya no se pudo soportar. Uno tenía que ceder, uno tenía que tomar la decisión para dejar todo e irse.
Y fui yo, dolió ese arrume de palabras ofensivas detrás de otras bellas, dañó esa acción cruel que se multiplicó tantas veces en tantos días hasta llegar a meses y el dolor fue el personaje principal de esta bella historia que se destruyó y que no dejó polvo que barrer, no dejó más que lágrimas secas en una vieja almohada de soledad y de vacío, la esperanza en un bote de basura llamado olvido...
Y... uno que otro poema de desamor.
Anna.
Marzo 25. 2024.
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