Quetzalli22

Una carta a un antiguo amor

Querido amor pasado:

 

Llegaste a mi vida como un enigma:

embriagado, herido, cerrado…

y yo, con el corazón abierto de par en par,

quise hacerte nido.

Quise cobijarte bajo mis alas,

mostrarte el potencial que yo veía en ti,

ese que tú mismo te negabas.

 

No sé si fue amor o la necesidad de salvar a alguien que, en el fondo, me recordaba mis propias grietas.

Tal vez fue un poco de ambas.

Hoy entiendo que te puse sobre mi piel como un proyecto,

no como un ser libre.

 

Te inundé de amor,

pero también de expectativas, de control, de miedo.

Y cuando quisiste irte,

yo apreté más fuerte.

Me volví adicta a tu sombra,

a tu silencio,

a tu rebeldía,

al dolor que me provocaba el hecho de que no te quedaras.

 

Hoy, por primera vez,

quiero pedirte perdón.

 

No por haberte amado,

sino por intentar moldearte.

Por no ver que tu alma pedía espacio,

mientras la mía deseaba fundirse con la tuya

y cumplir los sueños que alguna vez imaginamos juntos.

 

Este perdón no es vacío,

no nace del deseo de volver,

sino del anhelo de cerrar de verdad.

Cerrar con dignidad.

Cerrar con amor.

 

No sé si algún día leas estas palabras,

pero yo necesitaba escribirlas.

Por mí.

Porque ya no quiero ser la carcelera de nadie,

ni de ti…

ni de mí misma.

 

Gracias por haber estado.

Gracias por tu compañía,

por las incontables noches compartidas entre letras, música y amor.

Gracias por haber sido, incluso cuando dolió.