Va naciendo la mañana,
despierta el canto del mirlo
el sol desde su ventana
ya se asoma para oírlo.
La alborada fresca y clara
acaricia mis cabellos,
y me ilumina la cara
con sus primeros destellos.
El campo me abre sus puertas
y paseo entre sus flores,
entre lagunas y huertas,
entre aromas y colores.
Bajaba el sol por el monte
cansado del largo día
y vi como el horizonte
con cariño lo envolvía.
Ya va asomando la luna,
ya se encienden las estrellas,
van adornando una a una,
a la noche todas ellas.